La semana pasada, el sábado 1 de octubre para ser más exactos, se presentó Juanes en el Pascual Guerrero en Cali... y claro, Marco y yo fuimos y nos gozamos la presentación del ‘artista’. Estuvimos invitados por Comcel (telefonía celular, para los que no saben), entonces GRACIAS Comcel y Marco por llevarme!!! Feliz 20 meses!!!
El concierto era a las 8:00 PM, pero como estábamos invitados a un brunch con Juanes a las 4:00 PM nuestro día empezó a las 3:30 PM cuando partimos hacia el sur (Un poco tarde teniendo en cuenta las obras del MIO), pero como dice Marco el taxista se fue de ‘chori’ por la circunvalar. Íbamos con afán porque nos dijeron: que una vez llegaba Juanes, no dejaban entrar a nadie más. El taxista nos dejó en la quinta por el lado occidental del estadio y ahí empezó nuestra búsqueda por la carpa Comcel.
Desde lejos se veía el centenar de personas haciendo fila para entrar, era un círculo negro que rodeaba la estadio (un lunar), y desde ese momento se sentía la presencia de Juanes... mensajes como: “tengo la camisa negra y debajo tengo el difunto”, o “Se habla español” estaban estampados en casi todas las camisetas del lugar.
En medio de nuestra desesperación vimos llegar una camioneta polarizada, custodiada por la policía... “¡JUANES!” gritamos, “Ya no entramos” (pensábamos)... hasta que alguien nos dijo que la carpa estaba por el lado oriental y ahí si corrimos pues teníamos que darle a vuelta completa al estadio.
DRAMA: Entre el tumulto de gente con camisetas negras nos abríamos paso a empujones y gritos (mentiras!!!), unos nos miraban feo, otros con lastima (JAJAJA!!!)... hasta que en el horizonte la vimos, tan blanca, tan bella, tan pura, tan plástica; allí estaba nuestro destino... nuestra única oportunidad.
En serio, cual oasis en el desierto, allí estaba la carpa Comcel. Cuando llegamos nos tocó detrás de una familia (eran como seis) y como típicos colombianos no llevaban la manilla puesta (para entrar había que tener dos manillas: una para entrar al concierto sin hacer fila y otra para en brunch), y entonces demoraron la entrada.
Entramos y nos tocó esperar a don Juanes dos horas, y de pie!!! Pero si las boletas eran VIP, el trato de la carpa también lo era: Unas señoras con trajes típicos como las hijas de doña Diana (El factor!!!), han abierto un bufete de tardes caleñas delicioso (para los que lo han probado, estarán de acuerdo conmigo), de pasabocas típicos del Valle del Cauca... y la demora fue que cuando llegó Juan Esteban, pues le llevaron para que comiera.
Cuando al fin la organizadora anunció que ya había arribado al estadio, la conmoción fue interna, nadie se lo creía... pero lo peor fue cuando dijo ahora sí, “ya viene” y los gritos de euforia de la gente que hacia fila en oriental lo confirmaron.
Pues si señoras y señores era Juanes, el del CD, el de la tele, el que 40,000 personas pagaron para ir a verlo, el mismo. Estaba divino, la ropa una chimba y él súper sencillo y amable. Nos tomamos una foto con él, que quedaron de mandar al mail (Cuando la manden la publico para que vean lo que yo ese sábado vi).
LA FOTO: Fui la primera en inscribirme y Marco el segundo, entonces nos tocaba tomarnos la primera foto con Juan. Pasamos a la tarimita donde se encontraba, y pues el shock no me dejaba moverme, hasta que Juanes me miró y con el brazo me invitó a acercarme. Me saludó de beso y me abrazó para posar en la foto; a Marco le dio la mano y en el saludo incluyó la palabra ‘hermano’. Como estábamos lejos del fotógrafo, éste pidió que nos acercáramos y si nos acercamos, pero en ningún momento solté a Juanes... que chimba, pero que pena, aunque él tampoco hizo amague para soltarme.
Esperamos a que terminara con todos, él se despidió en medio de un caluroso aplauso y pasado un minuto nos abrieron la rampa de sur y entramos al estadio, ‘por el lugar donde quince minutos atrás la multitud había ovacionado al artista’ (Que poeta). Pues si, entramos y el estadio a una hora y media de estar abierto, ya estaba casi lleno...
El concierto era a las 8:00 PM, pero como estábamos invitados a un brunch con Juanes a las 4:00 PM nuestro día empezó a las 3:30 PM cuando partimos hacia el sur (Un poco tarde teniendo en cuenta las obras del MIO), pero como dice Marco el taxista se fue de ‘chori’ por la circunvalar. Íbamos con afán porque nos dijeron: que una vez llegaba Juanes, no dejaban entrar a nadie más. El taxista nos dejó en la quinta por el lado occidental del estadio y ahí empezó nuestra búsqueda por la carpa Comcel.
Desde lejos se veía el centenar de personas haciendo fila para entrar, era un círculo negro que rodeaba la estadio (un lunar), y desde ese momento se sentía la presencia de Juanes... mensajes como: “tengo la camisa negra y debajo tengo el difunto”, o “Se habla español” estaban estampados en casi todas las camisetas del lugar.
En medio de nuestra desesperación vimos llegar una camioneta polarizada, custodiada por la policía... “¡JUANES!” gritamos, “Ya no entramos” (pensábamos)... hasta que alguien nos dijo que la carpa estaba por el lado oriental y ahí si corrimos pues teníamos que darle a vuelta completa al estadio.
DRAMA: Entre el tumulto de gente con camisetas negras nos abríamos paso a empujones y gritos (mentiras!!!), unos nos miraban feo, otros con lastima (JAJAJA!!!)... hasta que en el horizonte la vimos, tan blanca, tan bella, tan pura, tan plástica; allí estaba nuestro destino... nuestra única oportunidad.
En serio, cual oasis en el desierto, allí estaba la carpa Comcel. Cuando llegamos nos tocó detrás de una familia (eran como seis) y como típicos colombianos no llevaban la manilla puesta (para entrar había que tener dos manillas: una para entrar al concierto sin hacer fila y otra para en brunch), y entonces demoraron la entrada.
Entramos y nos tocó esperar a don Juanes dos horas, y de pie!!! Pero si las boletas eran VIP, el trato de la carpa también lo era: Unas señoras con trajes típicos como las hijas de doña Diana (El factor!!!), han abierto un bufete de tardes caleñas delicioso (para los que lo han probado, estarán de acuerdo conmigo), de pasabocas típicos del Valle del Cauca... y la demora fue que cuando llegó Juan Esteban, pues le llevaron para que comiera.
Cuando al fin la organizadora anunció que ya había arribado al estadio, la conmoción fue interna, nadie se lo creía... pero lo peor fue cuando dijo ahora sí, “ya viene” y los gritos de euforia de la gente que hacia fila en oriental lo confirmaron.
Pues si señoras y señores era Juanes, el del CD, el de la tele, el que 40,000 personas pagaron para ir a verlo, el mismo. Estaba divino, la ropa una chimba y él súper sencillo y amable. Nos tomamos una foto con él, que quedaron de mandar al mail (Cuando la manden la publico para que vean lo que yo ese sábado vi).
LA FOTO: Fui la primera en inscribirme y Marco el segundo, entonces nos tocaba tomarnos la primera foto con Juan. Pasamos a la tarimita donde se encontraba, y pues el shock no me dejaba moverme, hasta que Juanes me miró y con el brazo me invitó a acercarme. Me saludó de beso y me abrazó para posar en la foto; a Marco le dio la mano y en el saludo incluyó la palabra ‘hermano’. Como estábamos lejos del fotógrafo, éste pidió que nos acercáramos y si nos acercamos, pero en ningún momento solté a Juanes... que chimba, pero que pena, aunque él tampoco hizo amague para soltarme.
Esperamos a que terminara con todos, él se despidió en medio de un caluroso aplauso y pasado un minuto nos abrieron la rampa de sur y entramos al estadio, ‘por el lugar donde quince minutos atrás la multitud había ovacionado al artista’ (Que poeta). Pues si, entramos y el estadio a una hora y media de estar abierto, ya estaba casi lleno...
1 comentario:
Genial. Solo va el primer volumen y ya tiene un 10 de calificacion. No podia parar de reirme. Genial, solo genial. Espero con ansias el resto.
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